Blogia
MOVIMIENTO POR LA TIERRA

Documentos

Fragmento de carta enviada por Belletti a los compañeros que están el exterior.

Fragmento de carta enviada por Belletti a los compañeros que están el exterior.

Montevideo 29 de julio  de 2007.-


Estimados y queridos compañeros:

Esta  carta, por no esperada, habrá de causarles cierta extrañeza. Tengo necesidad de informarles sobre muchas cosas lindas que están pasando por aquí, y que el Movimiento por la Tierra, sin hacer bulla ni aspaviento, manteniendo  un perfil bajo y nada protagónico, esta cumpliendo con su cuota  de apoyo, como corresponde.
El día 26 de julio, coincidente que el aniversario  del asalto al  cuartel Moncada, en Bella Unión se produjo un hecho de singular trascendencia.

Después de un año y medio de ocupación, sin titubeos, y con “ la pata trancada” como dicen los peludos, la justicia entregó las tierras ocupadas a Colonización, esta se las entrego a ALUR (Alcoholes del Uruguay) y esta se las entrego a la cooperativa formada por seis compañeros ocupantes. Les voy a detallar lo que me informó Colacho por teléfono.
La consigna  con la que iniciamos la lucha fue: “Lucha y negociación”. Pusimos sobre el tapete cuando nadie hablaba, el tema de la tierra. Como esta no es una etapa revolucionaria, no podíamos permanecer indefinidamente, en forma ilegal sobre la tierra.. Solo con tener la tierra no alcanza para producir, se necesitan créditos, maquinarias, semillas, asesoramiento técnico, fertilizantes. Hablamos mucho con las autoridades para llegar a un acuerdo y nos opusimos  tantas veces  como nos lo propusieron: abandonar las tierras para discutir la búsqueda de una solución. Al final formamos  una cooperativa social de producción con  seis compañeros ocupantes (dos compañeras y cuatro compañeros). Todo esto a impulso del MIDES (Ministerio de Desarrollo Social) y a través de una nueva ley. Ninguno de los miembros de esa cooperativa,  para estar en condiciones de formar parte de ella, podía tener un ingreso  por persona que superara los $ 5ooo.oo

Ya se hicieron todos los tramites y la cooperativa fue aprobada. Demás esta decirles que las tierras están en gran parte plantadas y preparadas para nuevas siembras. La caña cubre unas veinte hectáreas y el resto para alimentos. También dentro de esas treinta y seis hectáreas se va a instalar un “Centro de capacitación” que el semanario “Voces del Frente” titulo: “Universidad de peludos”. El artículo dice: “El presidente de Alcoholes del Uruguay  (ALUR) Raúl Sendic, confirmó que se realizará  una escuela agraria, en el predio ocupado por la cooperativa de cañeros. El centro educativo estará  regulado por los tres sindicatos  que invadieron y ocuparon las tierras  de Colonia España; Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), Sindicato de Obreros de Calnu (SOCA); Asociación de Pequeños Agricultores y Asalariados Rurales de Bella Unión (APAARBU). El emprendimiento contará con el apoyo del proyecto Uruguay Rural del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), del Instituto Nacional de Colonización (INC) de ALUR y del grupo extensión universitaria de la  Universidad  de la República.”

Otra noticia: Ayer en el Platense Patín Club, se hizo un hermoso acto, contra una ley que criminaliza las ocupaciones de tierra.  Estaba lleno de bote a bote. Fueron ómnibus de todo el país. Habló Colacho sobre el   gran triunfo en Bella Unión y fue muy aplaudido. ¡ La lucha continúa ¡  como decía el revolucionario Zamora Machel.
El triunfo de Bella Unión  esta contagiando a mucha gente. El movimiento por la tierra, tiene por delante un gran trabajo, de difusión, organización y lucha. Estamos preparando nuestro tercer periódico, que va a versar sobre todo lo acontecido en Bella Unión, desde la ocupación  hasta el triunfo. Todos vamos a aparecer, de acuerdo a la posición que se tuvo frente a la ocupación.  sin agregar ni sacar nada a nadie. Los que estuvimos a favor  y los que estuvieron  en contra. El Movimiento por la Tierra,  fundado  por el insustituible “Bebe Sendic”, seguirá haciendo flamear bien en alto, la bandera de: “La tierra no se mendiga, se gestiona y si no la dan se toma”..............

............. ¡Arriba los que luchan! compañeros. Así se lucha y así se triunfa.                       

Abrazos:  Flaco Belletti.

Texto del Movimiento por la Tierra, leído en la movilización del día sábado 28 organizada por FUCVAM.

Texto del Movimiento por la Tierra, leído en  la movilización del día sábado 28 organizada por FUCVAM.

Cros.:
         El Movimiento por la Tierra, organización continuadora del Movimiento de Lucha por la Tierra y contra la Pobreza fundado por Raúl Sendic Antonaccio a la salida de la dictadura y de las cárceles, desea manifestar y testimoniar su más caluroso apoyo y reconocimiento a esta movilización convocada por los cros. de FUCVAM.
  Organización esta con la que nos sentimos hermanados en la lucha por un pedazo de suelo oriental donde vivir, donde pisar sin sentimientos de culpa, donde reunir nuestra familia sin el sentimiento de estar cometiendo un delito, sino sólo por tener el más elemental derecho a un lugar sobre la tierra, nada más que a un lugar en este planeta que algunos se lo apropiaron arbitrariamente dejando a otros muchos sin su lugar en el mundo que, por el mero hecho de existir tienen derecho a ocupar.
  Esos mismos apropiadores de nuesto suelo, sus representantes, impulsaron una ley que protege esa apropiación, la preserva del peligro de que otros también quieran un pedacito de ese suelo, que otros también quieran su lugar en el mundo.
 Pero nosotros los vamos a enfrentar con otra ley, impulsada por el pueblo, que declare la propiedad social de nuestro suelo, que declare que nuestro suelo debe tener una función social, que debe estar al servicio de toda la gente que vive en su territorio; porque los hombes y las mujeres pertenecen a su tierra y no la tierra a algunos de sus hombres y mujeres.
  En nuestro país todas las cosas tienen dueño; son de algún particular o son del Estado. Nustra legislación reconoce sólo esas dos formas de propiedad, la privada y la estatal. De manera que todo lo que nos rodea y el lugar que pisamos, es privado o estatal.
 Sin embargo, antes de que algunos empezaron a apropiarse de la tierra y de lo que contenía, las cosas eran de propiedad común, el territorio que ocupaban era de propiedad social y se gestionaba participativamente, se resolvía democráticamente, pero democráticamente de verdad. La tan mentada democracia directa y la tan pretendida participación ciudadana tiene como base inaludible la propiedad social del suelo y lo que contiene encima. Porque en una sociedad donde la tierra y los demás medios de producción son privados, el que más tiene ejerce mayor poder de decisión que el que tiene poco o nada y la participación de este último pierde todo interés, pierde su razón de ser. Y si la tierra y los demás medios de producción son del Estado, su gestión dependerá de la burocracia del color político que esté de turno. Ya conocemos cómo se maneja eso.
  En muchos países del mundo y en particular de América Latina la propidad social existe y está reconocida por la ley. Y en ellos así como la propiedad privada da origen a la empresa privada y la propiedad pública o estatal da origen a la empresa del Estado, así también la propiedad social da origen a la empresa de propiedad social, donde la participación no está dada por el título de propiedad ni por el capital aportado sino por el trabajo realizado.
  Sólo en el marco de la propiedad social, el trabajo adquiere su real dimensión y el trabajador que lo realiza toma todo su cabal derecho a ser y estar. Sólo en el marco legal de la propiedad social también las cooperativas de ayuda mutua asumirán su real carácter de propiedad social que son de hecho. Por todo esto, cros., no vamos a limitarnos a luchar contra la ley de ocupación que protege la propiedad privada y también la estatal, sino que vamos a atacar esas fomas de apropiación levantando la bandera de otra ley que reconozca, a la par de esas dos formas de propiedad, también la propiedad social.
  A redoblar, cros., la lucha, porque todos merecemos un lugar, en este mundo que debemos recuperar, reconquistar de las garras de la apropiación privada como estatal, para contituirli en un mundo más justo, más solidario, más social, para toda la gente. Muchas gracias

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Foto: Aurelio  Gonzaez  -  Segunda Marcha cañera de UTAA hacia Montevideo -1964

Nuestra tierra, es una herencia de las generaciones que nos precedieron, y en particular, de las comunidades originarias, que lucharon por defenderla del invasor europeo.

Nuestra tierra con su flora, fauna y morfología natural, es el paisaje que define nuestra identidad.

La tierra es nuestro principal recurso natural para la vida, la soberanía alimentaria y el asentamiento para una vida digna, de todos los que pueblan este territorio.

Es la base de un proyecto de desarrollo económico nacional, independiente, sustentable e integrado a la estrategia de liberación de los pueblos hermanos del continente.

La tierra no debe ser más considerada una mercancía

La tierra es un bien social, generadora de alimentos, de riquezas, de fuente de trabajo, de cultura, de estilo de vida natural basado en el respeto y amor por la naturaleza

Por ser un bien esencial, finito y contaminable, debemos cuidar su uso y degradación; nos lo exigen las generaciones venideras.

Como bien colectivo debe estar sujeto a un ordenamiento territorial solidario, en función de las cuencas hídricas y de un proyecto sustentable, tanto en lo económico como en la conservación del suelo.

Debe contemplar las distintas necesidades humanas: alimentación, vivienda, producción, trabajo, recreación, educación.

El proyecto artiguista (Reglamento de Tierras de 1815) fue revertido y traicionado con un largo proceso de  expropiación y concentración del poder sobre la tierra y que continúa hasta nuestros días.

Como bien social la tierra debe dejar de ser objeto de especulación financiera para estar al servicio de toda la comunicad.

Para ello, en primer lugar, su producción debe estar planificada para satisfacer las necesidades alimenticias del conjunto del pueblo, a bajo costo y en abundancia.

Para ello necesitamos el diálogo permanente de los técnicos comprometidos con un proceso de liberación, y el conjunto de las mujeres y los hombres que en esta tierra nacieron y los que desde siempre, trabajaron, amaron e hicieron producir nuestro suelo en forma sustentable.

Es necesaria la protección de zonas naturales características de cada región, como forma de preservar la bio-diversidad.

La tierra no puede estar ociosa sin cumplir su función social. Constituyendo el principal medio de producción y nuestro soberano territorio, debe democratizarse su distribución. De esa manera se proveerá de  medios de vida y habitación a las poblaciones carentes de ellos. Esto permitirá asegurar la implementación de pequeñas cadenas productivas agro-industriales que diversifiquen y que complementen la producción con valor agregado.

La tierra es fuente de trabajo segura para todos cuantos quieran participar en un Proyecto Productiva Nacional. Asegura también alimento a todos los orientales a través de planes de producción y distribución alimentarios.

Esta propuesta  implica eliminar el latifundio como forma abusiva e improductiva de propiedad.


***


Mientras exista la propiedad privada sobre la tierra, quienes usufructúan de este bien social en beneficio personal, deberán pagar un impuesto progresivo cuanto mayor sea la extensión de la propiedad. Las tierras en posesión privada no podrán ser mayores de 2.500 hectáreas. Las de mayores dimensiones se expropiarán al igual que la tierra que esté abandonada.

El Estado concederá estas tierras para un uso y aprovechamiento social (Bajo forma de Propiedad Social)  a los colectivos (Cooperativas u otras formas colectivas de organización) que la trabajen dentro de un plan de producción Nacional.

La tierra no será enajenable a cambio de capital sino solo transferible para habitación y trabajo de grupos organizados en cooperativas o comunidades.

La tierra debe convertirse en un ámbito educativo por excelencia. Destinándose predios para la formación humana, técnico-científica en los distintos niveles, y dotados de todos los recursos disponibles para el desarrollo de la actividad docente. El Trabajo agrario deberá estar incluido como materia curricular en todas las escuelas y liceos. Ello como parte de una nueva cultura que nos devuelva a nuestras raíces y nos transforme en integrantes de una comunidad auto sustentada.

Se desarrollará en el ámbito nacional, una cadena de alfabetización "Artiguista" que comprenda a las distintas generaciones que (desde la dictadura militar iniciada en 1973 hasta nuestros días) se han visto privadas de este legado histórico que nos identifica.

Desde el punto de vista económico, la producción agrícola conlleva una inversión comparativa menor que la de otros rubros productivos y de más rápida y fácil recuperación.

Nuestra tierra es muy pródiga y constituye la base de un proyecto de desarrollo nacional complementario con el de otros pueblos latinoamericanos que buscan plasmar el viejo sueño artiguista de la patria grande.

Ello solo será posible desarrollando formas de organización social y de producción socializados, que vayan reduciendo la explotación del hombre por el hombre, y sistema de cooperación e intercambio entre los pueblos que enfrente la complementación solidaria con el sistema de dominación imperial.

Las inversiones extranjeras por esencia no tiene vocación democratizadora ni promotora del desarrollo nacional. Viene a extraer la mayor plusvalía posible. (Si no es así, no viene.

Las inversiones en educación, infraestructura, vivienda, salud, producción, etc. Deberán hacerse esencialmente sobre la base del ahorro nacional.
No rechazamos las inversiones extranjeras, las rechazamos si traen condiciones.

Se honrará a nuestro pueblo con el pago de la "deuda social". El pago de la deuda externa es inmoral. Gran parte de ella fue contraída por la dictadura con el fin de reprimir al pueblo, otorgarle grandes ganancias  a las multinacionales y para enriquecimiento de oligarcas y generales.

Se promoverá que investigue y transparente el origen, destino y legitimidad de la Deuda Externa.

La extranjerización de la tierra ha llegado a un nivel desconocido y alarmante y en aumento  permanente.

Para revertir este proceso  se deberá anular la ley de sociedades anónimas en el medio rural, así como aplicar las mismas leyes de protección que rigen con los países hermanos Brasil y Argentina.

La extranjerización se ha dado de la mano con la introducción de los mono cultivos forestales y los transgénicos como la soja y el maíz.

La implantación de grandes capitales que especulan con la tierra o vienen a explotarla, para satisfacer necesidades consumistas del primer mundo (la celulosa) son inversiones no convenientes ni rentables para el país. El costo ecológico de degradación del agua, la tierra y la vida, que ya han generado, provocando sequías por las grandes áreas forestadas. Y lo que generan en su entorno, junto a los capitales que exportarán, no dejara nada más que pérdidas para la sociedad, a cambio de unos pocos empleos.

Cada fábrica de celulosa supone (detrás de ella) cientos de miles de hectáreas forestadas que ya están causando estragos a los habitantes y productores aledaños.

Nuestros recursos hídricos están siendo privatizados, extranjerizados, y contaminados por estos cultivos en manos de multinacionales.

Una auténtica política de desarrollo y de generación de fuentes de trabajo genuinas en el campo, supone erradicar el latifundio, la ganadería extensiva y la forestación masiva que nos invade.

Para finalizar.

Nuestra golpeada juventud, debe ser honrada con la herencia que le pertenece,, tierra fértil, formación universal y laboral, un lugar donde crecer, trabajar colectivamente, gozar y reproducir la vida, re-fundando solidariamente una patria para todos, a su imagen y semejanza.

Las franjas etarea comprendida entre los 16 y 30 años deben ser objeto de planes y una legislación específica que garantice el real ejercicio de todos los derechos antes dichos.

La participación protagónica ciudadana de los jóvenes, es la única forma de garantizar un nuevo proyecto de país, un verdadero cambio, que para serlo debe ser estructural y de raíz.

LAS NUEVAS CARACTERÍSTICAS DE UNA REFORMA AGRARIA

LAS NUEVAS CARACTERÍSTICAS DE UNA REFORMA AGRARIA

El Documento siguiente es en aporte de Vladimir Sauchuk, para la "Segunda Jornada de valoración y discusión sobre El PLAN POR LA TIERRA Y CONTRA LA POBREZA"

Es una exposición de conceptos sobre la tenencia, uso y reversión de la extranjerización de la tierra, generadores de ideas, para ir agregando aquellas que surjan de su estudio como aportes enriquecedores.

LAS NUEVAS CARACTERÍSTICAS DE UNA REFORMA AGRARIA
     Cuando en los años '60 la izquierda levantaba como una de sus más sentidas banderas a la reforma agraria, apuntaba sus miras contra el enemigo principal, la oligarquía terrateniente aliada al imperialismo, la "clase vacuna" al decir de algún historiador (Barrán y Nahum?).­Los fundamentos iban desde el estancamiento histórico de la explotación de la tierra en base al latifundio ganadero agro-exportador, pasando por argumentos económicos como el de la generación de un producto de escaso valor relativo concentrado en pocas manos mientras ocupaba la mayor parte del territorio nacional, y terminaba en constataciones sociológicas como la escasa mano de obra empleada y su expulsión hacia los cinturones urbanos.­Esa lucha secular por la tierra generó repetidos alzamientos armados a lo largo de nuestra historia (y la de toda Latinoamérica), el último a principios de esos mismos años '60, modificada después en su contenido por otras influencias ideológicas.­Sin embargo, a pesar del peso y contundencia de aquellas fundamentaciones la realidad que vivía el agro en esos años queda chiquita al lado de la gravedad que adquiere la situación con el cambio de siglo, porque el proceso de concentración de la propiedad de la tierra se ve agravado, ahora, por su extranjerización y su uso desconsiderado al envenenar el medio en que viven los uruguayos, afectando no sólo su soberanía sino su elemental derecho a la vida sana.­En efecto, en los últimos años se observa la creciente adquisición de importantes áreas por parte de compañías forestales extranjeras o sus testaferros nacionales en el marco del cumplimiento de la actual asignación de tareas por las potencias centrales: la producción de árboles y celulosa a esta región del planeta, en mérito a la buena calidad de sus tierras, bien regadas, necesarias para el rápido crecimiento de las especies madereras adecuadas a ese fin.­Es sabido el histórico reparto del mundo en áreas de influencia entre las potencias centrales y el encargo de producciones funcionales al desarrollo de la metrópolis, mediante diversos mecanismos entre los cuales se incluyen las inversiones directas y la implantación de esas actividades para las que siempre se encuentran interesados defensores locales. También son conocidos los efectos limitantes del desarrollo autónomo de los países dependientes por esta explotación en segundo grado ejercida por los países ricos con el consiguiente aumento de la brecha que los separa.­Precisamente por ese creciente desarrollo (en particular de computadoras) y por sus cada vez mayores necesidades de papel, incapaces de solucionárselas ellos mismos debido a las limitaciones de sus áreas forestadas y la importante contaminación que su procesamiento les genera, deciden "tirar" a la periferia por lo menos las partes más nocivas de la fabricación del papel: la forestación y la extracción de la celulosa.­La plantación de eucaliptus se inicia acá ya bajo la dictadura, se consolida con la promulgación de una ley de subsidios bajo la primera administración de Sanguinetti y adquiere importancia durante el período de Lacalle y siguientes, proyectándose alcanzar ahora el millón y medio de hectáreas.­Además del desplazamiento de otras actividades productivas que absorben más mano de obra (la forestación ocupa menos gente incluso que la tan cuestionada ganadería extensiva, 4 trabajadores cada 1.000 hect. contra 6 de ésta), los efectos indeseados incluyen la acidificación del suelo (el ph bajó de 6.5 a 3.8 en las áreas forestadas), el alto consumo de agua que seca las napas superficiales, la proliferación de plagas y la contaminación por escurrimiento de los cursos de agua con agroquímicos. Los pájaros desaparecen y los peces mueren. Los pobladores vecinos deben emigrar al secarse sus fuentes, vendiendo sus tierras a las compañías forestadoras que continúan ensanchando sus plantaciones sin pagar siquiera por el agua de propiedad pública (por plebiscito) que se apropian o envenenan.­El avance de la forestación amenaza además con la introducción de especies transgénicas (menos resistentes) desarrolladas por las multinacionales que necesitarían el uso de plaguicidas ocasionando aún mayores daños sobre la diversidad nativa. (Similares efectos producen hoy otros monocultivos transgénicos también predominantemente en manos de extranjeros).­De acuerdo a su ciclo productivo esas tierras permanecerán cubiertas de eucaliptus durante varias décadas y el día que sean abandonadas por agotamiento de su humedad y su fertilidad habrá que destroncar sus raíces dejando un erial estéril de pozos por varios años más en descanso para su recuperación. ¡Más de medio siglo de futuro hipotecado sin remedio!Para peor, el ansia de inversiones externas junto con la creación de condiciones atractivas para su advenimiento por un lado, y los acuerdos de protección de inversiones con los países ricos de donde vendrían esos capitales por otro, no dejan margen para muchas regulaciones y ordenamientos territoriales que corrijan tanto uso abusivo, al punto que la situación cuestiona seriamente la soberanía del Estado y del pueblo uruguayo sobre su tierra y su agua, físicamente inseparables pero que responden a formas de propiedad distintas: la primera privada y la última de propiedad pública, implantando un problema insoluble. Sin entrar a cuestionar su voluntad política, de hecho en las actuales condiciones el gobierno no ha dado cumplimiento a lo resuelto por la ciudadanía en el plebiscito del agua ni tampoco le ha puesto límites a los excesos de los propietarios de la tierra. De todas maneras, el trato que le han dado a los recursos naturales tanto las empresas de propiedad estatal como las privadas en todo el mundo, sujetas siempre a la decisión de unos pocos según sus intereses más inmediatos, no garantizan en absoluto su utilización respetuosa del medio y sus habitantes. La legislación uruguaya solo admite esas dos formas fundamentales (art. 476 y sigs. del Código Civil).­Existe, sin embargo, en el acervo histórico latinoamericano otro concepto de propiedad distinto: se trata de la propiedad social, reconocida en algunas legislaciones que recogen la tradición indígena, como la peruana, que da lugar a un tipo de empresa diferente a la empresa pública y a la empresa privada. Básicamente se trata de una empresa autogestionaria en donde los derechos al manejo y al control así como a sus beneficios no tienen origen en el título de propiedad ni en el capital sino en el trabajo.­La introducción de la categoría propiedad social en nuestra legislación oficiaría como cuña en el monolítico régimen de propiedad en donde todo, absolutamente todo, es privado o estatal, y se constituiría incluso en un instrumento de organización social que apuntaría a la desaparición de la propiedad de la tierra y del agua y su reemplazo por la administración de las mismas. Concretamente, posibilitaría su aplicación a las cuencas hidrográficas con las tierras circundantes como unidades indisolubles que son, dando un cabal cumplimiento a lo resuelto por la ciudadanía respecto al agua y permitiendo una vigilancia real y efectiva del uso de la tierra y del respeto al derecho de los uruguayos a vivir en un ambiente saludable.­Pero su elaboración en un proyecto de ley despierta un montón de problemas nuevos que hay que estudiar, tales como la convivencia con las formas de propiedad preexistentes, a qué casos se aplicaría, condiciones, procedimientos de resolución, etc., que en la legislación peruana dieron lugar a la constitución de un Sector de Derecho Social, además del Derecho Privado y del Público. Además, para consultar está la legislación de la ex-Yugoeslavia, cuyo sistema socio-económico se basó fundamentalmente en esta forma 'de propiedad.­