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MOVIMIENTO POR LA TIERRA

Educación y lucha por la tierra

Curso de Alambrador y Trabajo asociado

Curso de Alambrador y Trabajo asociado

"La reforma agraria es el eje en torno al cual gira la reforma del país. El punto de partida para recuperarlo y recuperarnos" Carlos Quijano (Marcha,1961)

"La reforma agraria es el eje en torno al cual gira la reforma del país. El punto de partida para recuperarlo y recuperarnos" Carlos Quijano (Marcha,1961)

La esencia y el encanto

El 15 de mayo de 1958, el viejo Consejo de Enseñanza Primaria y Normal aprobó la creación de la Sección Educación Rural, un organismo especializado en escuelas rurales. Más que técnica, aquélla fue una decisión política enmarcada en un largo proceso del magisterio rural, que había comenzado pocos días antes del golpe de Estado de Gabriel Terra y que, sin embargo, a principios de la década del 60 vería el comienzo de su fin. Aquella decisión era efecto todavía de la primera misión sociopedagógica al rancherío de Caraguatá, que Julio Castro relatara crudamente en las contratapas del semanario Marcha en el invierno de 1945. En 1961, cuando ya eran evidentes los estragos del colegiado blanco sobre aquel movimiento, los propios maestros reunidos en el Paraninfo de la Universidad decidieron que de ahí en adelante, el 15 de mayo fuera el día de la educación rural.

Hoy, la educación rural como tema de conversación y debate ha caído en la misma impronta que las referencias mediáticas, políticas y en algunos casos académicas, muestran sobre la educación en general. Se trata de menciones y aparentes discusiones exentas de pedagogía y desprovistas de su esencia. Podría discutirse si la esencia pedagógica de la educación rural uruguaya está en las ideas derivadas del movimiento de los 50, pero es claro que la educación rural actual no es la imagen romántica y encantadora de la escuelita sobre una loma verde, con su bandera flameando al viento y hacia la cual llegan los niños a caballo con sus laptops del Plan Ceibal sobre la montura. Tampoco es la escuela que tiene un solo alumno y mucho menos aquella a la que va un niño que camina seis quilómetros a campo traviesa. Aunque ese niño exista, aunque haya escuelas con un solo alumno, aunque algunos niños sigan concurriendo a caballo, allí no está la esencia de la educación rural. Lo que allí aparece es la novelería, la nota simpática, el idilio encantador y la imagen que vende y deviene en legitimadora de discursos, poses y posturas. Son muchos los que buscan sacar rédito de ese encanto, incluyendo a las empresas dedicadas a los monocultivos, que asocian su imagen con la de la escuela rural y le realizan donaciones, mientras un avión fumigador le pasa por arriba a la escuela y a las disposiciones del Ministerio de Ganadería.

En Uruguay, la mitad de las escuelas públicas están categorizadas como rurales o se encuentran en contextos rurales. Desde la esencia pedagógica, se trata de más de 1.120 instituciones de referencia social en el campo, de tal modo que su acción va más allá de los pocos alumnos que en promedio poseen. Pero para comprender que esa esencia vale más que el encanto romántico de la escuelita en la pradera o en las chacras (o entre los eucaliptus o la soja) es necesario creer en algunas cosas. Creer, por ejemplo, en la importancia de las relaciones estrechas y cercanas entre la escuela, la familia y la comunidad; en el aprender con otros que no se nos parecen, en el marco de relaciones interactivas entre pares asimétricos; en la posibilidad de aprender mejor en grupos pequeños y en instituciones pequeñas, que se relacionan con otras con fines de optimización de recursos.

La escuela rural, única institución pública para la mayor parte de las comunidades rurales, mantiene un mandato histórico de orden social; la existencia de aulas multigrado le confiere una forma de enseñar y aprender que abandona las pretensiones de homogeneidad de la escuela graduada moderna y sus fantasías; la escala pequeña de las escuelas -que no necesariamente está asociada con el aislamiento y la soledad- contribuye a mantener ciertas relaciones interpersonales que parecen perdidas en otros medios.

Algunas de estas creencias provienen del sentido común; otras constituyen derivaciones de concepciones pedagógicas y fundamentos técnicos propios del campo educativo. Unas y otras forman parte de la esencia de la educación rural, y ninguna tiene que ver con los niños que van a caballo por el camino, entre flores y mariposas, hacia la escuela que espera de portera abierta.

Alejarse de las fantasías del encanto y acercarse a la esencia pedagógica permite desarmar esa esencia a través de la reflexión y la investigación educativa. Y esto a su vez lleva a proyectar esta concepción a todas las situaciones educativas de todos los niveles, tanto rurales como urbanos. A partir de la realidad cotidiana de la educación rural y de la forma en que se enseña y se aprende allí, es posible construir nuevos modos de hacer escuela. Esa esencia permite también desmenuzar incongruencias y problemas no resueltos. El mayor de ellos tiene que ver con la universalización de la educación media rural, aún no alcanzada en estos tiempos. El encanto parece darse de bomba contra la realidad, pero la búsqueda de soluciones para un problema tan concreto es una buena oportunidad para poner en juego esa esencia y definir, de una vez por todas, un rumbo y unos resultados contundentes. Al menos para el futuro inmediato, contante y sonante, de la gurisada de la campaña.

 

TIERRA Y EDUCACION AGRARIA

TIERRA Y EDUCACION AGRARIA

ASOCIACION DE FUNCIONARIOS DE LA

UNIVERSIDAD DEL TRABAJO DEL URUGUAY

(AFUTU)

 

Historias del Uruguay que nos pertenece

 

Compartiendo esfuerzos en el Uruguay profundo

 

http://www.afutu.org.uy/publicaciones/pdf-boletin/boletin-abril2013.pdf

OTRAS VOCES POR LA TIERRA

OTRAS VOCES POR LA TIERRA

Quiero seguir comiendo pasto limpio

Sexta Marcha

en defensa de la Tierra y los Bienes Naturales

7 de mayo de 2014

 

Desde la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay saludamos esta marcha, saludamos a aquellos compañeros y compañeras que luchan en defensa de un Uruguay para el pueblo y contra los intereses del capital extranjero, que han demostrado que desde la heterogeneidad se pueden unir los más diversos actores del campo popular en esta lucha.

 

Al día de hoy, los problemas estructurales que nos aquejan son de tal gravedad que exigen acciones inmediatas.

Vemos como un modelo que basándose en la exportación de materias primas con muy poco o nulo valor agregado, no sólo retrasa la diversificación de nuestra matriz productiva sino que además imposibilita nuestro desarrollo nacional de acuerdo a los intereses del pueblo. Un modelo que poniendo las fuentes de riqueza en cada vez menos manos nos condena a la marginación de grandes sectores de nuestro pueblo.

 

Exigimos y defendemos la soberanía popular sobre nuestra tierra y nuestros bienes comunes. Denunciamos un modelo de producción dependiente sobre capitales extranjeros que favorece la concentración de la riqueza y la desigualdad, denunciamos aquellas políticas impulsadas en la últimas décadas, que han favorecido la extranjerización,concentración y primarización productiva de los bienes comunes,ejemplo de esto es que la banca extranjera es dueña de más del 50%de los activos industriales en Uruguay,  un 43% de la tierra está en posesión de sociedades anónimas, las cuales acumulan 7millones de hectáreas, en 2012 8 de las 10 empresas principales en exportación fueron extranjeras, acumulando en materias primas como la soja, pasta de celulosa, carne y arroz, un 70% del total de exportaciones.

 

La búsqueda a toda costa de la inversión extranjera como supuesto factor de desarrollo, que se puede comprobar en el aumento de la Inversión Extranjera Directa, la cual en 2013 pasó a representar un8% de nuestro PBI y la exoneración impositiva que según el Ministerio de Economía y Finanzas fue de $1.500 millones de dólares en 2012, avala la llegada de empresas transnacionales cuyo fin no esotro que el enriquecimiento de unos pocos mediante el saqueo de lo que debe ser de todos y todas.

 

Ejemplo de este saqueo que se intenta imponer sobre nuestro país es la firma del contrato de inversión con Aratirí, un mega emprendimiento minero que no permitirá la diversificación de nuestra matriz productiva, sino que en su corto plazo de duración realizará un vaciamiento de nuestros bienes comunes, generando ganancias para unas pocas manos extranjeras, se pretende firmar un contrato para la instalación de la minera, el cual es una entrega directa de nuestra soberanía y autodeterminación, en tanto el contrato de inversión impone un estado jurídico desigual, dónde la empresa transnacional permanece impune ante la determinación del país, estando amparada en indemnizaciones si sus ganancias se ven afectadas y no pudiendo ser juzgada por la justicia de nuestro país, esta es la inconstitucionalidad de la ley de minería de gran porte o ley Aratirí, del contrato de inversión que sellará el fin para nuestra autodeterminación.

 

Desde la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay rechazamos este proyecto minero y convocamos a un profundo debate nacional que problematice la situación actual de nuestros bienes comunes,convocamos a la resistencia desde el campo popular a aquellos proyectos que amenacen nuestra soberanía sobre estos bienes.

 Deseamos recalcar que las luchas que hoy estamos dando aquí, de las cuales es ejemplo esta marcha, se están dando en todo el continente, en resistencia a un modelo hegemónico que pretende generar un marco amplio de ganancias para manos extranjeras a costa del saqueo de lo que nos pertenece, de los bienes de todos, sobre los cuales los pueblos deben mantener su autodeterminación.

 

ASCEEP-FEUU

 

https://www.facebook.com/notes/federacion-estudiantes-universitarios-uruguay/sexta-marcha-en-defensa-de-la-tierra-y-los-bienes-naturales/10152492555906719