El Río no es sólo eso

Los pasados 22, 23 y 24 de julio se realizaron una serie de talleres en la ciudad de Salto organizados por el NIEPU (Núcleo Interdisciplinario de Estudios de la Pesca en el Uruguay) de la Universidad de la República con apoyo de la Comisión de Educación Permanente de Tacuarembó, en donde participaron pescadores del norte del río Uruguay en conjunto con algunos pescadores del Río Negro de San Gregorio de Polanco, como forma de intercambio de experiencias de los distintos ámbitos laborales. Fue motivado por el interés de informarse y analizar las posibilidades de conformarse como organizaciones para vender al Estado a partir de la reglamentación de la Ley Compras Estatales No 19.292 (aprobada en diciembre de 2014) que define en su primer punto, de interés general, la producción familiar agropecuaria y pesca artesanal, la que establece un régimen de compras estatales, en donde los organismos del Estado deberán contratar y adquirir productos derivados de la producción agropecuaria familiar y de pescadores artesanales organizados con la finalidad de potenciar el desarrollo de estos sectores, obligando a las instituciones públicas a realizar de esta manera el 30 por ciento de sus compras centralizadas.

Lo que la ley pretende es facilitar que los productores familiares y los pescadores artesanales puedan ofrecer su producción de forma estable, en este caso a instituciones públicas . La idea parece buena, aunque su implementación y realización no será tan fácil. Así lo presentaron los representantes por parte del Estado en la actividad del miércoles 22 que fue convocada por la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Ministerio de Desarrollo Social en donde participó también el equipo del Departamento de ciencias Sociales de Facultad de Agronomía, que realizó una consultoría sobre la implementación de la ley,
dando ejemplos que ya marcaron un precedente, como es el caso de la cooperativa CALUPROCERD, quienes mantienen un convenio de compra con el Estado, suministrando carne porcina a los centros penitenciarios desde el año 2014. Esta experiencia permitió a los productores de carne de cerdo planificar parte de la producción, contando con la seguridad de la comercialización a un precio que les ha permitido remunerar el trabajo invertido en la cooperativa, bajando así los costos de los entes del Estado.

El jueves y el viernes los pescadores provenientes de de San Gregorio de Polanco, Salto, Belén, Villa Constitución, Barra Do Quarai y Bella Unión, participaron de un curso-taller donde se debatió sobre las posibilidades para acceder a la venta al Estado y se realizó un visita a campamentos de pescadores de la zona sobre el río Uruguay. En los talleres se intercambiaron los pro y los contra de las condiciones en que se trabaja en la pesca artesanal para llegar a venderle al estado o de qué manera organizar los grupos para abastecer la demanda y cumplir las exigencias, desde las condiciones higiénico-sanitarias, económicas y organizativas. Mantener la cadena de frío del producto final es la mayor dificultad en lo que se refiere a infraestructura, valorándose que debería desarrollarse alguna propuesta organizativa para poder llevarla a cabo ya que no es de forma individual.Se destacó el monotributo social del Mides como una manera más accesible en lo que se refiere a la facturación de las ventas o también a través de formas cooperativas. Interrogantes varias se lanzaron sobre las mesas en un marco en el que la ley todavía se está reglamentando para comenzar a ser aplicada, lo que presenta algunas contradicciones burocráticas que deben perfilarse. A esto se le suma la espera de permisos de pesca en la zona norte del río Uruguay lo que no facilita la iniciativa para pescadores que deben primero regularizar su situación de trabajo para poder dar el paso de desarrollar una infraestructura y una logística para este fin. Informarse y organizarse, crear grupos que puedan abastecer esta parte del mercado, siendo tan sólo un 4 por ciento del mercado alimenticio nacional. Es en este ámbito que compañeros del Movimiento por la Tierra pudieron estar presentes en una relación directa con los pescadores organizados como sucedía en los orígenes de esta organización a fines de los años ‘80. Resumimos en algunas entrevistas lo que fue el encuentro y las expectativas en la apertura de este nuevo canal comercial.